El proyecto se organiza como un vivero de empresas compuesto por cinco locales destinados a oficinas y siete naves industriales, conformando un conjunto que destaca por su singularidad y dinamismo cromático.
Cada elemento se diferencia mediante materiales y colores, generando un lenguaje visual claro que facilita la identificación de las distintas unidades y aporta una imagen fresca y reconocible al conjunto. La disposición de los locales y naves permite una circulación eficiente y flexible, adaptándose a las necesidades de distintos tipos de actividad y promoviendo un entorno funcional y atractivo para empresas emergentes.
