El diseño propuesto para el nuevo centro de salud respondía a principios de accesibilidad universal y funcionalidad sanitaria, buscando optimizar la atención a los pacientes desde una organización clara y eficiente.
El edificio se articula en dos plantas con usos diferenciados: en la planta baja se concentran los servicios de acceso inmediato como administración, extracción analítica, radiodiagnóstico y atención continuada, incluyendo un acceso independiente para emergencias y unidades móviles sanitarias, y en la planta superior se ubican las áreas de consulta médica, salud bucodental, rehabilitación y obstetricia, todas conectadas a espacios de espera abiertos al patio interior.
Uno de los elementos clave del proyecto es la creación de un entorno más amable y acogedor para los usuarios. Para ello, se han ampliado los corredores y diseñado zonas de espera más luminosas, que se integran con el patio central, mejorando la calidad ambiental del interior y la experiencia del paciente. Esta estrategia rompe con la rigidez de los modelos convencionales, promoviendo una mayor sensación de confort y bienestar.
Además, la disposición funcional del centro permite un funcionamiento ágil y autónomo de cada unidad, adaptándose a las necesidades asistenciales sin interferencias, lo que resulta fundamental en contextos de alta demanda o emergencia sanitaria. El resultado es un edificio moderno, accesible y centrado en el cuidado integral de las personas.
